-

domingo, 6 de enero de 2013

501.

Puede que sea un idiota. Un idiota capaz de hacerme sonreír con un simple 'hola', o con un 'enana' al final de cada oración. Un idiota al que tan solo conozco desde hace unos meses y al que nunca he abrazado, ni besado, ni cogido de la mano, pero aún así me ha sabido enseñar el verdadero significado del amor. Un idiota que está a mi lado viviendo a 501 km de de mí. Un idiota que consigue hacer que mis sentimientos se revolucionen sin ni siquiera llegar a tocarme. Un idiota que hace de un 'te quiero' algo adictivo. Un idiota que ocupa la mayor parte de mi mente. Un idiota que consigue hacerme feliz desde que me levanto, hasta que me acuesto. Un idiota al que odio con todas mis fuerzas por no haber aparecido antes en mi vida. Un idiota al que no sería capaz de perder nunca. Un idiota con el que hablo minuto sí, minuto también, y al que echo de menos cuando no está presente en uno de esos minutos. Pero no es un idiota cualquiera, es el mío, es mi idiota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario