-

jueves, 17 de abril de 2014


Todos en algún momento perdemos el rumbo.
Y es en ese momento en el que tienes que elegir el camino que quieres seguir.
Te aferrarás al camino que has seguido hasta ahora, buscando su destino, no pudiendo hacer alusión a la curiosidad que te causa el saber cual es.
Te dejarás llevar por un camino regido por unas normas impuestas y generalmente ajenas a ti mismo, por lo que otros piensen o por lo que crean que debes hacer, sin pararte a pensar en si eso es lo que realmente deseas.
Seguirás un camino, temporal o no, por el que caminarás indeciso, inseguro, sin saber ni el qué hacer, ni lo que quieres, ni la finalidad de los pasos que estás dando.
Sin saber absolutamente nada.
O seguirás un nuevo camino construido con todo aquello que deseas. Aun siendo totalmente consciente de la existencia del camino anterior, pero optando por aludirlo, siendo este el paso más complicado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario