
Todos en algún momento perdemos el rumbo.
Y es en ese momento en el que tienes que elegir el camino que quieres seguir.Te aferrarás al camino que has seguido hasta ahora, buscando su destino, no pudiendo hacer alusión a la curiosidad que te causa el saber cual es.
Te dejarás llevar por un camino regido por unas normas impuestas y generalmente ajenas a ti mismo, por lo que otros piensen o por lo que crean que debes hacer, sin pararte a pensar en si eso es lo que realmente deseas.
Seguirás un camino, temporal o no, por el que caminarás indeciso, inseguro, sin saber ni el qué hacer, ni lo que quieres, ni la finalidad de los pasos que estás dando.
Sin saber absolutamente nada.
O seguirás un nuevo camino construido con todo aquello que deseas. Aun siendo totalmente consciente de la existencia del camino anterior, pero optando por aludirlo, siendo este el paso más complicado.